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Correa de servicio

Correa de servicio

Seguramente sabrás que uno de los elementos que más interiorizado está entre conductores que hay que sustituir en algún momento (pero no estamos muy seguros de saber cuándo hay que hacerlo, lo que es algo muy diferente) ni tampoco tenemos claras las razones para su cambio, es la correa de servicio. 

La función principal de la correa de servicio es conectar el cigüeñal con el árbol de levas. Así, mientras que el cigüeñal controla los pistones del motor, el árbol de levas abre y cierra las válvulas. La correa de servicio ayuda a controlar la puesta a punto de estos componentes para garantizar un rendimiento óptimo del motor.

De tal manera que, una correa de servicio en mal estado puede causar daños catastróficos en el motor, que fácilmente podrían derivar en la puesta de baja de un vehículo y de allí es que proviene la importancia de mantenerla en unas condiciones de funcionamiento óptimas. 

Por eso, es muy relevante revisarla periódicamente (conviene solicitarlo cuando siempre que realicemos los mantenimientos periódicos al vehículo), así como efectuar su sustitución según los intervalos recomendados por el fabricante.

¿Cómo detectar averías de la correa de servicio?

Existen, como en casi todos los casos de piezas automotrices averiadas,  algunos indicios que nos pueden ayudar a identificar que una correa de servicio está desgastada. Por ello, debemos prestar especial atención para acudir a un taller de confianza donde puedan comprobar si es necesario efectuar su sustitución, si notamos alguno (o varios) de los siguientes síntomas.

En primer lugar, un indicador de que puede haber un problema en la correa de servicio es si percibimos humo excesivo expulsado por el escape. Asimismo, si el coche no se enciende bien a la primera o si se oyen chillidos al momento del arranque puede ser que la correa haya llegado al fin de su vida útil. También si escuchas algún tipo de ruido o silbido extraño en la zona de la correa, puede deberse a una pérdida de tensión de la misma.

Por otra parte, entre los síntomas típicos de que la correa de servicio puede estar fallando es que el motor vibre y el vehículo tiemble durante la conducción. Piensa que la correa de servicio fue diseñada para sincronizar el funcionamiento de las válvulas y pistones y cuando esto no ocurre, se pueden sentir temblores.

Otros indicios que puedes encontrar como indicativo de fallos en la correa de servicio son: que el motor se apague solo en plena conducción o que el coche comience a tener problemas en los giros o que notemos la dirección excesivamente blanda.

Por otra parte, si efectúas una inspección visual (la correa está bastante visible levantando el capó) y compruebas que presenta desgaste, grietas, cuarteamiento, sequedad en la goma, falta de tensión o dientes no uniformes, es un signo inequívoco de que la correa de servicio debe ser sustituida.

Cuándo cambiar la correa de servicio

La correa de servicio se cambia de manera preventiva antes de que su desgaste sea tal que pueda romperse. Así, evitaremos una avería grave o problemas en válvulas y culata.

Primeramente, y de entrada en este apartado, debemos comentar que este cambio no es necesario en los vehículos que, en lugar de llevar correa, utilizan una cadena de servicio, en cuyo caso sólo será necesaria su sustitución en caso de rotura (algo no muy común pero posible, especialmente en coches con mucho kilometraje).

En el libro de usuario, muchas veces olvidado a un lado, encontrarás la información exacta acerca del kilometraje con el que conviene llevar a cabo la operación de cambio de la correa de servicio. En función del fabricante y del modelo del vehículo, ese kilometraje puede oscilar entre los 60.000 y los 160.00 kilómetros.

Además, en algunos casos, aún no habiéndose alcanzando esa cifra de kilómetros recorridos, se recomienda cambiar la correa cada 5 a 7 años, especialmente si se realiza un uso habitual y no ocasional del vehículo, ya que con el paso del tiempo los materiales que la componen también pueden degradarse y favorecer su rotura.

Daños que puede causar una correa de servicio averiada

Los daños colaterales que pueden provocar un tensor dañado o una correa de servicio rota pueden ser múltiples y en algunos casos muy costosos, ya que afectan directamente sobre el bloque del motor. Si en algún momento tu coche deja de funcionar, puede que ya sea demasiado tarde.

En algunos motores, una correa rota puede hacer que las válvulas dejen de estar sincronizadas y que estas dañen los pistones hasta generar una rotura completa del motor. Además, se verían afectadas también las bielas y en determinadas ocasiones la bomba de agua, el árbol de levas o el cigüeñal.


Ver también:

Síntomas de junta de culata averiada
Sistema de transmisión del coche
Árbol de levas